Esta forma de póquer es lo más parecido a la versión clásica, el Texas Hold’em. De hecho, el Omaha es actualmente el segundo juego más popular, y a menudo se prefiere por sus inusuales reglas. Por ejemplo, la dinámica del juego es mucho más fuerte, y aquí los jugadores son más propensos a ser agresivos.
Lo primero que hay que decir es que las reglas del Omaha y del Texas Hold’em no son diferentes, como tampoco lo son las rondas.
El objetivo del juego es hacer la máxima combinación.
En cuanto a las variedades de juego, cabe destacar:
En primer lugar, un jugador recibirá 4 cartas y no 2. Se puede formar una mano con 2 cartas de bolsillo y 3 cartas en el tablero. Por ejemplo, si un jugador tiene 4 palos de una carta y sólo una carta del palo correspondiente en el tablero, entonces el color es imposible. La mano debe ser exactamente 2 de 4 cartas de bolsillo y 3 en el tablero.
Por supuesto, este juego también tiene algunas características distintivas con las que hay que familiarizarse, pero primero hay que entender qué es el juego tradicional y cuáles son las estrategias.
Lo primero que hay que entender es que hay que tomar una decisión de inmediato sobre la combinación de tarjetas de bolsillo. Es mejor si hay cartas de una sola mano en la mano, y en el postflop las posibilidades de conseguir una buena combinación son muy altas. Pero siempre hay que tener en cuenta que sólo hay 2 cartas para usar en cualquier caso, y una carta alta extra no va a ser una ventaja tan grande como un full. Y cuantos más jugadores haya en la mesa de juego, más seriamente habrá que enfocar la mano inicial.
El jugador siempre tiene amplias oportunidades en el overflop, ya que se pueden hacer más combinaciones y la posibilidad de éxito es mucho mayor. En Omaha, tener una escalera o un color es una situación común, así que incluso si hay 2 pares en el postflop, puedes continuar con seguridad.
Cabe señalar que el juego es bastante complejo, pero también muy interesante, y es necesario conocer todas las reglas del juego exactamente, así como considerar las peculiaridades. Y tener experiencia conlleva ventajas, no decisivas pero sí muy importantes. Por lo tanto, si se pretende estudiar y jugar en serio, es mejor recurrir a la ayuda de un experto. Pero un análisis inteligente de su mano alta y de las cartas en la mesa son los fundamentos que lo deciden todo.
Hay una serie de errores que todos los jugadores deberían evitar.